Vigo es un paraíso natural: playas, montañas e islas forman parte del paisaje de esta gran urbe del sur de Galicia. Además, su conocido "microclima" -con condiciones atmosféricas ligeramente más favorables que en el resto de la comunidad- la convierte en un refugio ideal para quienes buscan disfrutar de la naturaleza en cualquier época del año.
Con aguas cristalinas y amplias playas de arena blanca, Vigo presume de arenales de impresionante belleza. Pero, más allá de la majestuosa playa de Rodas, ninguna resulta tan emblemática para la ciudad como Samil, su playa urbana por excelencia.
Con 1.700 metros de longitud y cerca al centro urbano, Samil es un punto de encuentro para bañistas y paseantes durante todo el año. Pero, más allá de su actividad habitual, en los últimos meses, su paseo ha sido protagonista de la actualidad local por las actuaciones impulsadas por el Concello para recuperar el sistema dunar y devolverle parte del aspecto que tuvo antaño.
Un paraíso natural entre dunas y verde
Todavía hay vigueses que recuerdan como era Samil antes de que la zona comenzara a ser explotada. Antes del hormigón, de las pistas para hacer deporte y de los restaurantes, el arenal vigués era un espacio salvaje y natural, comparable a los arenales vírgenes que aún se conservan al otro lado de la ría, en Cangas o Moaña.
Pero como ocurrió con otros tramos de costa viguesa -como la zona de playa de Beiramar o del Arenal-, el crecimiento urbano y la industrialización acabaron por transformar el paisaje. Vigo se convirtió en el corazón industrial de la provincia y en la ciudad más grande de Galicia, pero el precio lo pagaron sus playas.
A principios del siglo XX, Samil era apenas frecuentada debido a su lejanía con el centro urbano. Sin embargo, todo cambió en las últimas tres décadas del siglo, cuando se produjo una transformación radical de la zona.
El punto de inflexión fue en 1967, con un relleno en la desembocadura del río Lagares que dio lugar a la configuración actual del arenal. Un año más tarde, el entonces alcalde, Rafael Portanet, impulsó un plan de ordenación que contemplaba la construcción de un paseo marítimo, zonas ajardinadas, aparcamientos, vestuarios y restaurantes. En 1972, el gran paseo de piedra ya era una realidad.
Sin querer echar freno a lo iniciado, durante los años 80 Samil vivió una segunda gran transformación. El alcalde Manuel Soto promovió la construcción de nuevos restaurantes, piscinas, merenderos, un gran tobogán acuático, parques infantiles y más aparcamientos. Con ello, el arenal quedó definitivamente integrado en la ciudad, pero a costa de su esencia natural.
Recuperar lo perdido
Con la llegada del siglo XXI, las críticas a aquellas intervenciones urbanísticas comenzaron a aflorar. Muchos comenzaron a lamentar la pérdida de un entorno que había sido virgen durante décadas. El primero en proponer una reversión de estas actuaciones fue el entonces alcalde Lois Castrillo, quien planteó la demolición del muro del paseo y la retirada de los locales construidos en primera línea. Sin embargo, la propuesta no prosperó debido a los impedimentos legales derivados de las licencias en vigor.
Con el paso del tiempo el proyecto de recuperación perdió fuerza, hasta que en 2014, bajo el mandato de Abel Caballero, comenzaron a retirarse algunas licencias de cafeterías y se introdujeron zonas verdes en su lugar. En esta misma línea, en 2021 el gobierno local anunció un plan de conservación y protección para varios arenales de la ciudad, incluidos O Vao, Fontaíña, Calzoa, Cabo de Mar y, por supuesto, Samil.
Ahora, las obras de recuperación dunar iniciadas en 2024 avanzan con la previsión de estar finalizadas antes del verano de 2025. Gracias a esta intervención, Samil recuperará cerca de la mitad de su superficie natural, con una ampliación estimada de 25 metros lineales de arenal. Un pequeño pero significativo paso hacia la restauración de aquel paraíso perdido que una vez fue la playa más salvaje de Vigo.
Un recorrido fotográfico por la historia
Samil y desembocadura del Lagares a principios de los años 60
Samil en el siglo XX
Samil en los años 70
Samil en 1970 con la urbanización de la Foz ya construida
Samil en la década de los 70, con el paseo ya construído
Samil en la actualidad