La televisión es una lupa canalla que aumenta la vista de la sociedad a la que se dirige, es un perfecto reflejo de la voluntad, del conocimiento, de los intereses y del nivel cultural y anímico del pueblo. Los programas más despreciables de la televisión basura que padecemos son la fotografía perfecta de una parte vergonzosa de nuestra sociedad, tengo para mí que de una parte mayoritaria de nuestra zoociedad.
Resulta que un español, al parecer hijo de un famoso (digo “al parecer” porque mi nivel en este tipo de información es también despreciable) y nieto, de esto estoy bastante seguro, de otro famoso ha matado a alguien entre las palmeras de uno de esos paraísos para ricos. No solo lo ha matado, después lo ha descuartizado. El muy carnicero.
Y la sociedad española, esa parte que desprecio con todas mis entrañas, está siguiendo con embeleso y desbordante producción de baba las horas de televisión excrementada por las diversas cadenas, en las que ignorantes bustoparlantes se zambullen en busca de pecios en la procaz historia del descuartizamiento. Hasta los informativos más serios abren con la condena del carnicero.
Luego nos podemos quejar de cómo es España pero España es como la han destrozado los planes de educación y aquellos programas de televisión que han sido seguidos mayoritariamente por la chabacana población. Nos adoctrinan, nos enseñan, nos educan con estos programas que dan relevancia a lo irrelevante, valoran lo despreciable y olvidan lo que debería ser inolvidable. A alguien oí decir que “somos lo que comemos y en España comemos bien”, pero sé que también somos la televisión que deglutimos.
Me avergüenzo de esa parte de España, hemos sustituido la España de mantilla y pandereta por otra que se revuelca en la miseria de ilustrados asaltacaminos provistos de micrófono y cámara que ponen el acento en nuestro pobre españolito, lo que va a sufrir en las putrefactas cárceles de un país tercermundista. El muy carnicero.
Son ustedes despreciables si han cedido a la tentación de untar el pan de sus vidas en la popular defecación de estos programas.