Detalles de la futura torre de Chamberí: diseño racional y mejor seguridad contra incendios sobre las cocheras de Metro

Después de 11 años de culebrón legal y polémicas vecinales, el desarrollo urbanístico sobre las antiguas cocheras del suburbano madrileño en Cuatro Caminos ya es casi una realidad. El estudio Rubio Arquitectura anunció hace unos días que había ganado el concurso para diseñar la Torre Metropolitan, el rascacielos que marcará el techo de Chamberí. El complejo, compuesto por seis edificios, contará con un bloque principal de unos 35 pisos y una altura que superará los 100 metros.
Las noticias sobre el futuro diseño de el Residencial Metropolitan llegan pocas semanas después de que el pasado 25 de febrero el Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobara el convenio urbanístico para desbloquear el proyecto y con él la construcción de la torre. A finales del mes de marzo, la empresa gestora del complejo urbanístico -Ibosa- eligió mediante un concurso el diseño final. “Estamos muy ilusionados con la posibilidad de llevar a cabo el proyecto de la Torre Metropolitan”, aseguraban la semana pasada desde el grupo de arquitectos dirigido por Carlos Rubio Carvajal al anunciar el resultado de dicho concurso.
Las imágenes compartidas en redes sociales no dejan ver en detalle el diseño del edificio, aunque se puede intuir un bloque formado por cuatro edificios adosados, dos de ellos de 11 alturas, uno de 30 plantas y el más elevado de 35. Y lo más llamativo: todos se presentan rodeados de una estructura blanca que a modo de trama recubre toda la fachada.
Os enseñamos el diseño de la TORRE METROPOLITAN, junto a las cocheras de Cuatro Caminos. @GrupoIBOSA pic.twitter.com/UFBtRZ34HM
— Rubio Arquitectura (@rubio_arq) April 11, 2025
Después de publicar la información sobre el diseño ganador, el arquitecto Carlos Rubio ha detallado a Somos Chamberí en qué consistirá el proyecto. Según explica, ha optado por un diseño “muy racional y sereno huyendo de las fantasías que están proliferando en las ciudades de Oriente y Oriente Medio, consciente de la gran visibilidad que va tener la torre”. Por esta razón, el estudio de arquitectura ha optado por los colores blanco y negro para el diseño de la fachada, dejando a un lado las excentricidades y apostando por la sencillez.
Otra de las cuestiones que han cobrado especial importancia a la hora de plantear el diseño del complejo urbanístico ha sido la seguridad de sus futuros habitantes, de ahí la llamativa estructura blanca que rodea el conjunto. “La malla estructural exterior, además de generar una imagen potente y muy reconocible de la torre, libera la planta de las viviendas de la afección de la estructura evitando mochetas molestas en las habitaciones”, explica el arquitecto. De esta forma, al generar dos planos de fachada, el exterior con la malla de color claro y el profundo más oscuro y en sombra, se consigue una “muy eficaz sectorización a fuego” entre las distintas plantas del edificio al tiempo que actúan como viseras protectoras del sol.
Este planteamiento no solo favorece estéticamente al rascacielos, si no que lo hace más seguro. La sectorización que plantean desde Rubio Arquitectura es una medida de seguridad que consiste en dividir el edificio en espacios estancos para que un hipotético fuego se mantuviera confinado en un área y no se pudiera propagar por todo el edificio en caso de incendio.

Por otro lado, el arquitecto ha optado por fragmentar en dos volúmenes la torre principal, algo que, a priori, ha causado cierto desconcierto. La razón de esta división, según explica Carlos Rubio, es tanto estética como técnica, ya que ayuda a la acentuación de la esbeltez del cuerpo más alto y, a su vez, el volumen situado más al norte se aprovecha como espacio para albergar ascensores, escaleras y cuartos de instalaciones.
Muchas de estas características, como los ángulos rectos y los diseños en blanco y tonos oscuros son señas de identidad del estudio de arquitectura que levantará la nueva torre de Chamberí. Puede compararse con el edificio de oficinas que proyectaron en 2016 en la calle Condesa de Venadito, donde se encargaron de la rehabilitación de la fachada y los núcleos de escaleras.
Del diseño de grandes rascacielos a la ampliación del Prado
Este no es el único proyecto arquitectónico en el que se encuentra inmerso el estudio en la capital, que está trabajando en la remodelación del Salón de Reinos para ampliar el Museo del Prado en colaboración con el arquitecto británico y Premio Príncipe de Asturias de las Artes Norman Foster. Además, también han asumido la rehabilitación del edificio Metrópolis en la confluencia de la calle Alcalá con Gran Vía.
Si finalmente se lleva a cabo, también serán los encargados de rehabilitar la antigua fábrica de Clesa en Fuencarral-El Pardo gracias a alzarse ganadores de un concurso. Con anterioridad, y también por concurso, asumieron el diseño la Torre PwC en el entorno de las Cuatro Torres, un edificio de 236 metros de altura con 52 plantas, el tercer rascacielos más alto de España.
Más recientemente han participado en el diseño de la UNIE, la Universidad del Grupo Planeta, también en Chamberí, las oficinas para Secuoya y Netflix en Tres Cantos y un conjunto de viviendas de alquiler asequible integrado en el Plan VIVE de la Comunidad de Madrid en Getafe. También ha formado parte del desarrollo urbanístico Mahou-Calderón, la rehabilitación del Edificio España y de diferentes edificios en Vallecas, Valdebebas, Sanchinarro, Bravo Murillo o Chamartín.
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